El edificio se concibe en un entorno industrial. Por ello se emplea el uso del hormigón visto, en consonancia con su entorno.
Para evitar las vistas todas las estancias vuelcan a unos patios privados, como huecos en el edificio, como si un queso fuera. De esta manera la privacidad es total y la entrada de luz también.
El color corporativo de la empresa es rojo, por ello se utiliza iluminación y cristales de este color.
El centro deportivo se ha concebido como un proyecto volcado hacia el interior, hacia el espacio central de piscina cubierta.
Las salas de musculación y salas deportivas tienen grandes ventanales con visión hacia la piscina. El arquitecto proyecta en Valencia unos cubos descolgados del techo a modo de grandes miradores.
Una chapa microperforada de acero inoxidable impida las miradas y ofrece cierta privacidad. El empleo de vinilos decorativos en las paredes con imágenes deportivas completan la decoración interior de este estudio de arquitectura para un edificio deportivo.
La fachada se concibe como un muro conceptual donde se perforan los grandes patios que enfocan las vistas de las estancias. El hormigón visto contrasta en gran medida con la ligereza del cristal que queda detrás.
Las vistas cruzadas de esta solución de patios generan largas visuales al entorno lejano, no así a los edificio próximos, es un recurso arquitectónico para conseguir privacidad.
La imponente esquina contrasta con la ligereza de las fachadas. Se trata de un edificio volcado hacia el interior, se trata de un complejo deportivo de diseño concebido para ser usado con la mayor comodidad.
La imagen nocturno del edificio de diseño en uso es da gran potencia. Las luces cobran más importancia, en consonancia a la imagen corporativa de la propia marca de gimnasios.
La arquitectura corporativa y de representación que buscado el arquitecto diseñador ha sido la de potenciar al máximo la marca, no haciendo resaltar para nada el propio edificio. Por ello una sobriedad en los acabados de fachada quitando protagonismo al edificio, y dándoselo a la función.
La trasparencia bien tratada de los cristales permite que de noche el propio edificio ilumine su entorno con el color rojo corporativo.
El edificio se proyecta entorno a la piscina cubierta olímpica central. Accesos en la parte más corta del edificio y en las bandas más largas zonas vestuarios , saunas y spa por un lado, y salas auxiliarías y despachos en otra.
Esta composición ordenada y funcional responde claramente a un criterio de racionalización de recorridos y funcionamiento.
El espacio central además de iluminarse a través de los patios se ilumina por grandes lucernarios cenitales o claraboyas.
La planta primera domina por los volúmenes de salas que vuelcan o recaen sobre el espacio central. Los arquitectos han querido diseñar estas salas como complemento y en relación a la piscina cubierta.
Desde cualquier punto del gimnasio se puede ver la totalidad del mismo, lo que favorece su control y sensación de espacio y de edificio vivido.
Arquitecto
Ruben Navarro López
Desarrollo proyecto
Lourdes coll
Infografía
interiorismo Jose Montesinos