La fachada es el elemento más moderno de la vivienda, se ha tratado con un diseño abstracto y compensado de huecos reinterpretados.
Resalta la planeidad y austeridad de la misma, volcando toda la riqueza visual hacia el interior de la vivienda, hacia el patio.
El patio de la vivienda se orienta a sureste, es por ello que la vivienda se vuelca hacia esta dirección buscando la máxima sostenibilidad de la casa, y el ahorro energético de la misma.
La composición cúbica, y las dos bandas de servicios se manifiestan en la parte del patio.
El juego de materiales abstractos como el blanco con la madera natural ofrecen un aire interesante a la vivienda.
La composición de blancos y maderas es un recurso y estética muy utilizado en la isla de Ibiza, y en general en el mediterráneo, se ha intentado hacer un pequeño guiño a esta estética ibicenca.
En el interior de la vivienda se ha proyectado con líneas rectas, minimalistas, con mobiliario sencillo, práctico y funcional.
Predominan los tonos oscuros para mobiliario y toques de color en paredes, en este caso el dormitorio viene remarcado con un ventanal en el cabecero a modo de cuadro.
La escalera articula la vivienda, marca la dirección principal y potencia la visual hacia el patio de la vivienda.
A su vez la vivienda es un contenedor en si mismo, se aprovechado su parte inferior para instalar un aseo y armarios de almacenamiento.
La vivienda es muy simple y funcional, se trata de una vivienda de protección oficial en régimen de autopromoción. Ello limitaba la superficie máxima de la vivienda a noventa metros cuadrados.
Una vivienda con patio trasero usado de zona de relax y garaje en ocasiones, hacia donde vuelcan todas sus vistas.
Se ha usado una distribución abierta, aprovechando al máximo las superficies, eliminando pasillos y espacios de circulación y generando dos bandas funcionales.
El desnivel entre las dos calles donde recae la vivienda nos ayudo a separar la planta baja en dos zonas, cocina office por un lado y salón comedor por otro, con una diferencia de tres peldaños y dando mayor altura al salón.
Arquitectos
Sergio Navarro López
Ruben Navarro López